«40 años formando profesionales de la escena»
En 2016 coinciden el 40 aniversario del primer curso impartido en la Escuela de Actores, nacida en La laguna en el curso 1975/76 y el de los 20 años de la puesta en marcha del Centro Superior Autorizado de Arte Dramático Escuela de Actores de Canarias, en el correspondiente a 1996/97. Hablar de los 40 años de la EAC es hacer un recorrido por nuestra reciente democracia y estructuración social, tal y como la entendemos hoy en día.

EXPOSICIÓN
Del 30 de noviembre 2016 al 27 de enero 2017
Gran Canaria Espacio Digital
C/ Cádiz, 34 Schamann
Inauguración: jueves 30 de noviembre a las 20:00 horas.
- ACTIVIDADES PARALELAS
- EXPOSICIÓN 40 ANIVERSARIO EAC
- GRAN CANARIA ESPACIO DIGITAL
Hace cuarenta años, una vez más fue el bullicioso ambiente intelectual y creativo de La Laguna universitaria el campo abonado para gestar la iniciativa de creación de un “centro para la investigación y para la creación teatral” en las Islas. Hoy celebramos un doble aniversario: como homenaje al impulso de dos hirvientes universitarios en 1975, Francisco Castellanos y José María Ávila, y en correspondencia con la consolidación de la Escuela de Actores de Canarias como Centro Superior de Arte Dramático, autorizado por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias en 1996.
La historia de esta institución de enseñanza teatral corre pareja a la de nuestra joven y azarosa democracia y a la de nuestra adolescente Comunidad Autónoma, pues su fundación coincide con el fin del ciclo político y social previo a la Transición.
La doble efeméride nos invita a brindar por la estabilidad de una industria cultural pujante en una región abierta al encuentro internacional y cosmopolita, en consonancia con el turismo y con la proyección exterior del español de Canarias como instrumento de comunicación y de creación.
La estabilidad deseable para el Centro de Artes Escénicas de las Islas demuestra la mayoría de edad de una sociedad que cotiza el teatro como un aval insobornable de su identidad y que lo postula como ejemplo de superación de diferencias por su decantada vocación regionalista.
Sirva esta doble onomástica para afianzar los impulsos frente a los retos de futuro y para constatar que un pueblo sin teatro carece de espíritu crítico, está huérfano de perspectiva y se abisma en una endogamia empobrecedora.
Todos, dentro y fuera de la escena, debemos conquistar el dominio de la imaginación con la esperanza en una realidad propicia donde instituciones, gestores, agentes, escenarios, público e intérpretes colaboren en su constante revitalización.
Celebremos, pues, la permanencia conquistada con el ejercicio de la resistencia y conjuremos el brío de los viejos cómicos del oficio que, cargados de razones y de propósitos, volverán siempre a desperezar nuestro ánimo anestesiado por la rutina. Guardemos silencio porque el misterio empieza…
Carlos Brito Díaz